Hola somos un matrimonio que acudimos a la Parroquia de San Juan de los Reyes en Toledo. Aunque no pertenecemos a esta parroquia, si la sentimos nuestra por la vinculación que nuestros hijos han tenido y siguen teniendo con ella a raíz de la relación de los franciscanos con el colegio al que iban nuestros hijos.
En este curso pasado, como ya sabréis muchos de vosotros, hubo cambio de párroco, el padre Julio nos dejó y enviaron como nuevo párroco al padre Victor Manuel. No tardó mucho en hacerse notar su espíritu evangelizador, promoviendo y animando a todos los feligreses a despertar de ese letargo de fe en el que la rutina nos puede ir metiendo. Como se nos indica en el pasaje evangélico de Marcos 5,39: “La niña no está muerta, sólo dormida… y tomándola de la mano, le dijo: Talitha kum (que significa: niña a ti te hablo, levántate)”. Nuestra fe no está muerta, pero necesitamos despertar, levantarnos y andar.
Entre las distintas ofertas de participación que la Parroquia nos propone, nos encontramos con el grupo de adultos y matrimonios para el enriquecimiento en la fe. Grupo que a lo largo del curso parroquial, mantiene reuniones en las que se abordan distintos temas que nos ayuden en nuestra vida cristiana. A demás de estas reuniones, también se tiene la posibilidad de contar con retiros y momentos de convivencias para ir profundizando y enriqueciendo nuestra fe.
De esta manera, el pasado mes de septiembre comenzamos nuestra andadura un pequeño grupo de personas con deseo de llegar a un mejor conocimiento de Jesucristo, para así poder seguirle e imitarle. No se puede llegar a amar aquello que no conocemos.
Aunque al principio nos costó dar el paso para ir a las reuniones, pues siempre nos ponemos excusas para asistir (no necesito más formación, esto no es para mí, ya pertenezco a otro grupo apostólico, no tengo tiempo y aún menos un domingo por la mañana con todo lo que tengo que hacer, etc.) os podemos asegurar que es una gozada poder contar con los conocimientos del Padre Victor y su forma de transmitírnoslos.
En los encuentros que mantuvimos los domingos durante el pasado curso, y que venían siendo aproximadamente con un intervalo de unos 15 días, íbamos tratando diversos temas que se nos animaba a que planteáramos los asistentes. El padre Victor, preparaba con antelación el tema propuesto y con cierto margen de tiempo, nos facilitaba algo de lo que él había preparado para poder meditarlo antes de juntarnos y así poder sacar más provecho a estas reuniones. Al finalizar la exposición-charla del tema, también podíamos disfrutar de algún rato de oración o meditación ante el Señor (aunque no siempre era posible, pues algunas reuniones se alargaban por el interés del tema tratado). Eso sí, unos minutos antes de la eucaristía de las 13,00 h. debíamos terminar, para poder así asistir las personas que quisieran a ésta.
Creemos que es importante para la vida espiritual de cualquier cristiano ir cuidando su formación y si esta es en grupo, mejor. De este modo podemos compartir nuestra fe, dudas, inquietudes, etc. Gracias al grupo, encontramos ayuda, animo y nos enriquecemos mutuamente. Además de ser fundamental vivir la fe acompañados junto a otras personas, también es importante poder disponer de formadores o guías espirituales.
Afortunadamente, nuestra parroquia nos ofrece esta oportunidad de formación y acompañamiento. No lo desperdiciemos. Os animamos a quienes ya empezamos esta andadura a perseverar y a todos los que aún no la conocen, a acompañarnos en este nuevo curso. Tened seguro que Dios nunca defrauda y siempre nos da más de lo que nosotros pedimos.
Paz y Bien.